Sobre CRÓNICA DE MEDIOCRES

Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.

He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros.

Espero que os guste y para hacerlo más atractivo, podéis dejar vuestros comentarios picando en el título de cada entrada.

martes, 11 de diciembre de 2012

Crónica de Mediocres 26


Reemplazar lo malo con lo nefasto

Publicado el 15 de julio de 2012

Zapatero ha quedado atrás, lo que fue un presidente malo de solemnidad ha sido reemplazado por otro nefasto: Rajoy.

Rajoy sabe lo que tiene que hacer y lo está haciendo, Rajoy quiere que una parte de España salga de la crisis y sabe lo que tiene que hacer, España es un país fiable, se están tomando las medidas necesarias para conseguir la confianza de los especuladores y todo esto es gracias a Rajoy. Rajoy quiere un país sin clase media y lo conseguirá, quiere obtener la confianza de los que tienen el dinero y lo conseguirá, Rajoy está implantando medidas muy duras para darle a los mercados lo que los mercados necesitan, dinero, dinero y más dinero, Rajoy está empobreciendo a la clase media, está profundizando en los surcos que definitivamente separarán a los potentados de los esclavos. Rajoy está legislando para que la riqueza fluya entre los ricos y la miseria se apodere del resto de los españoles, Rajoy, ciego de poder, sin ningún tipo de medida, sin freno, se está cebando en asalariados (funcionarios y privados), parados y jubilados para entregar esta España a los colmillos de las fauces económico depredadoras para que sin ningún obstáculo por parte de su gobierno acaben con las pocas briznas que le cuelgan a esta piel de toro que es mantenida solamente por su clase trabajadora.

Las medidas de recuperación económica se centran en detraer derechos, toda clase de derechos, a la gran mayoría de los ciudadanos a los que a la vez se le suben los impuestos y se le bajan los sueldos, se facilitan los despidos y se castiga a la precariedad. Mientras tanto, se promueven amnistías fiscales para los defraudadores y corruptos, se gestiona dinero para la banca, mejor dicho, para una parte de la banca que estaba y aún está gestionada por políticos que han puesto a nuestro país al borde de la quiebra, y para evitar la búsqueda y persecución de los incumplidores de sus obligaciones fiscales, vuelven a cargar contra las nóminas y el consumo como medidas cortoplacistas que permitan hacer dinero rápido, sin pisarle los cayos a los miles de vividores que nuestros políticos han criado a lo largo de todos estos años.

El Partido Popular con ese gran estadista que es Rajoy a la cabeza se ha endiosado, está muriendo de éxito y se les nota. Santamarías, Matos, Montoros, Báñez, Guindos y demás estrellas mediáticas muestran tal nivel de insensibilidad que dan la sensación de no estar viviendo en el mismo país en el que millones de españoles sienten la presión de sus botas en sus diezmadas gargantas. Para colmo, mientras Rajoy, desde su torre de madera, está exponiendo el calvario al que va a llevar a millones de españoles de, hasta hoy, clase media, todavía tenemos que escuchar desde la bancada popular en el Congreso, los oles que le brindan a ese valiente torero y el deseo de jodienda que la hija del presunto corrupto Fabra desea a una gran mayoría de conciudadanos.

Esto es lo que los españoles hemos, “democráticamente”, elegido, somos cojonudos, ni don Quijote lo hubiese hecho mejor. No obstante, Rajoy, su gobierno y el partido que le respalda seguirán justificándose en el anterior gobierno para continuar actuando como asaltante con navajas cachicuernas.

JC

COMENTARIOS SOBRE EL MURO DE RAJOY: Me quiere decir que parte de la situación que estamos viviendo es culpa de los ciudadanos y que parte de la culpa es de los políticos como usted. Le recuerdo que los ciudadanos, como "sujetos pasivos" que somos, sólo sufrimos lo que ustedes mal gestionan. ¿Cuándo van a pagar ustedes?, ¿cuándo vamos a verles en las cárceles por las malas gestiones que han hecho?, ¿podemos pedirles que dejen de cobrar sus sueldos hasta que arreglen esta situación?, ¿podemos pedirles responsabilidades de algún tipo?, ¿nos dejarán listas abiertas para de una vez por todas poder elegir a aquellas personas que mejor puedan representarnos? ...

Publicado el 15 de julio de 2012 

jueves, 6 de diciembre de 2012

Crónica de Mediocres 25


Publicado el 30 de mayo de 2012

Posiblemente sea, en estos tiempos, un romántico, que le voy a hacer, pero para mi, así me lo enseñaron, el periodismo es sinónimo de información imparcial, comprometida, de denuncia, de servicio al ciudadano, a los ciudadanos que necesitan información veraz, para poder tomar sus propias decisiones.

Posiblemente, por lo antedicho, hay informaciones que me provocan desasosiego, desconfianza, cierto asco, poco respeto hacia la profesión periodística. Desde ayer, en radio, prensa escrita, televisión están hablando de la pobre varonesa Thyssen, que tiene que subastar uno de sus innumerables cuadro, en este caso “The Lock”, del británico John Constable, por una cantidad que ronda los 25 millones de euros. Y yo me pregunto si de verdad esta es una noticia importante, interesante o es simplemente una forma de rellenar espacios y llamar la atención sobre la situación de una persona que tiene cien vidas resueltas.

Que la varonesa Thyssen no tenga liquidez no nos aporta nada, es cuestión de tiempo que la tenga, que cientos de miles de españoles tengan sus hogares pendientes de la “buena voluntad” de esas entidades financieras que después de realizar “profundos” análisis de riesgos decidieron apostar por arruinarle la vida a nuestros conciudadanos si es noticia y debe ser objeto de profunda investigación, de denuncia, de acoso y derribo a las leyes que permiten el enriquecimiento de banqueros, léase unos pocos, a costa de la angustia de miles de familias que, atraídas por falsos cantos de sirena, se creyeron que el parné que le sacaban a los usureros prestamistas, se debían a méritos propios.

Pero así estamos, entre las muchas noticias que podrían mostrar los medios, el cuarto poder prefiere agarrar la mísera situación que atraviesa una persona que dispone de un patrimonio con el que podría mantenerse, durante décadas, a casi todos los españoles. Es insultante tanta banalidad,  tanto buscar el titular fácil, el poco comprometido, el que no les produzca problemas. Así son los medios de nuestro país, malos, malos, malos.

Y hoy, 20 de diciembre de 2013, me da alguna esperanza (y cierta pena) leer la reflexión y el propósito que anuncia una periodista,  Merche Negro, para ella todos mis respetos. 

Leed: http://www.eldiario.es/zonacritica/ultima-columna-opinion-ver_6_208989109.html

JC 

Publicado el 30 de mayo de 2012 y ampliado el 20 de diciembre de 2013.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Crónica de Mediocres 24

Publicado el 12 de mayo de 2012

Ocurrió en Madrid

No sé si será deformación profesional, pero el caso es que allá por donde voy, sobre todo si me siento maltratado, me fijo y me pregunto: ¿cómo podría mejorar esto?. Bueno, pues eso es justo lo que me ha pasado ayer viernes en una visita al ambulatorio de mi barrio, concretamente en el, como lo llaman ahora, centro de especialidades José Marvá.

El hecho es que había que pedir cita para una prueba médica, eran las 11 de la mañana y el número de orden que nos dieron fue el 1087, en ese momento atendían a la persona que llevaba el 917, nada menos que, en teoría 170 personas por delante, paciencia, ánimo y … qué hacer hasta que me llegue el turno, pues, nada, a observar, a observar durante las 2 horas que finalmente será el tiempo que tardarán en atendernos.

Estamos en una sala relativamente pequeña, llena de humanidad, con calor, el aire acondicionado no funciona (¿habrá que ahorrar?), y hay aproximadamente 56 asientos para los “pacientes”, todos están ocupados, me refiero a los asientos, y hay gente esperando de pie. Mucho ruido y de frente, en la pared opuesta a la puerta de entrada, dos pantallitas contiguas, en una, la de la izquierda, dice el número de orden de la próxima persona a atender, en la otra, la de la derecha, la mesa en la que será atendida.

Hay ocho mesas para atender a los usuarios, pero solamente cinco están operativas, el ambiente es cansino, apenas hay movimiento, excepto el de los “pacientes”, que entran y salen, miran, se asombran, cuchichean, hablan entre ellos quejándose de los más de 100 números que les quedan para poder ser atendidos. La atención, como decía, será a través de los cinco, llamémosles “operarios”, que se parapetan detrás de una suerte de mostrador que los aíslan de los ciudadanos. De los cinco operarios actuales, cuatro son mujeres, el otro que está en la mesa 4, es directamente un vago, luego veréis por qué le doy el calificativo. A los 20 minutos aproximadamente, llega una sexta operaria, a la hora y cuarto, llega la séptima operaria y a los 90 minutos, las ocho mesas de atención a los “pacientes” y ciudadanos que les pagan, por fin están todas ocupadas. Delante del mostrador, creo recordar que a la altura de la mesa seis, reza el siguiente cartel: “Estimados señores: El sistema informático está funcionando con dificultad. Perdonen las molestias”. La cosa no huele bien, el maldito sistema informático ataca de nuevo.

Los operarios, o funcionarios si se prefiere, nos ofrecen un desfile de lo mas dinámico, no pueden parar quietos, se levantan, pululan por detrás de sus compañeras, ser ausentan, regresan, se vuelven a ausentar, vienen cargadas de agua, la de la mesa ocho, de coca cola y patatas fritas, se pasa todo el tiempo comiendo, comparten sus aperitivos entre ellas, al hombre de la mesa cuatro, el vago, lo trata  muy bien la señora de la mesa ocho, en definitiva, da la impresión de que los asientos de esas mesas deben de tener algún tipo de defecto que impide que alguien esté más de diez minutos seguidos sentado. Otro punto observado durante esas dos horas que pasé esperando, fue el hecho de que las charlas entre las operarias y gente que directamente accedía a la parte de atrás del mostrador, impedía que a los “pacientes” se les otorgase todo el tiempo que los funcionarios deberían dedicarles.

Con este panorama el resultado obtenido por los pagadores de impuestos y seguridad social, fue el siguiente:

·      A lo largo de 2 horas se les dio cita a 83 personas y 87, más del 50% desistieron de esperar.
·      La duración aproximada del proceso de citación por ciudadano fue de 11 minutos y 34 segundos
·      Las mesas 1 y 3 atendieron a 9 personas cada una, o lo que es lo mismo, atendieron a 1 persona cada aproximadamente 13 minutos y 20 segundos
·      En la mesa 2 se atendió a 11 personas, una cada 11 minutos.
·      La mesa 4 atendió a 7 personas, ¡una cada aproximadamente 17 minutos!, el hombre que atiende  esta mesa demostró una falta de vergüenza descomunal, ausencias continuas, una de ellas de más de 40 minutos, nunca atendió a dos personas seguidas, siempre tenía que levantarse para no se sabe que cosas.
·      En la mesa 5, cada seis minutos se atendía a una persona, llegó a atender a 20 durante el tiempo que duró este seguimiento, en la empresa privada la hubiesen nombrado la empleada del día.
·      La operaria de la mesa 6 atendió a 13 persona, una cada 9 minutos. Este ratio hubiese mejorado si hubiese estado más tiempo dedicada a sus tareas.
·      La mesa 7, con una ausencia de más de 90 minutos, atendió a 2 personas, lástima de dinero de los contribuyentes y trabajadores.
·      La mesa 8 atendía a una persona cada 10 minutos, en total dio cita a 12 personas. Esta persona puede llegar a tener un problema de salud importante porque se pasó más de una hora y media comiendo patatas fritas y bebiendo coca cola, eso sí, es generosa, comparte con sus compañeros.

En conclusión, mi apreciación personal de lo visto y vivido ayer es que el servicio de citación del “Centro de especialidades José Marvá” está atendido por personas que no tienen sentido de la responsabilidad, que son irrespetuosos con los ciudadanos, que, en base a su desempeño, posiblemente estén cobrando unos sueldos que no merecen, que están perjudicando al país al tener retenidas a una cantidad considerable de personas que podrían estar dedicadas a otros menesteres, posiblemente más productivos.

A la dirección del José Marvá, hay que darle un suspenso de los más bajos ya que está permitiendo unas malas prácticas que erosionan y perjudican la percepción de los “pacientes” sobre el sistema sanitario madrileño.

Otra pregunta que me hago es: ¿cómo encaja este tipo de servicios con lo que la Comunidad de Madrid está intentando denominar “Madrid excellence”?.

JC

Publicado el 12 de mayo de 2012

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