Sobre CRÓNICA DE MEDIOCRES

Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.

He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros.

Espero que os guste y para hacerlo más atractivo, podéis dejar vuestros comentarios picando en el título de cada entrada.

sábado, 22 de marzo de 2014

Crónica de Mediocres 55

Avanzar como Sociedad
  
Nunca fui de la cuerda de Suarez, pero también siempre reconocí que si él no hubiese puesto toda su energía en que los ciudadanos recuperásemos el protagonismo de los avatares de nuestro país, posiblemente, y por nuestra propia pasividad, lo que hoy perdemos nunca hubiésemos sido capaces de alcanzarlo.

Mi admiración por Suarez viene más por el cómo fue capaz de sacrificarse a si mismo para que los demás saliésemos de la oscura sima en la que nos encontrábamos sumidos, que por sus propias convicciones políticas y personales.

Hoy, en espera de su paso a la posteridad (la de Suarez), reflexiono sobre la mediocridad, la desvergüenza, la ineptitud y la falta de honradez de los que nos gobiernan, desde el propio Rajoy al último alcalde o alcaldesa del más ínfimo de los municipios españoles (que posiblemente sea Madrid) y deseo que los ciudadanos tomemos las riendas de nuestras vidas para, cuan bufas de las más virulentas, que desintegremos a los peperos, sociatas, nacionalistas y demás escoria que se han hecho fuertes para vivir a costa del esfuerzo de unos ciudadanos adormecidos por su propia desidia.

Revelémonos, nosotros los ciudadanos, contra esa plaga de parásitos políticos e intentemos recuperar la dignidad que en un momento determinado de la historia de este país, Adolfo Suarez, y vuelvo a insistir en la poca coincidencia de nuestras tendencias vitales, demostró que era más que necesaria mantener para poder avanzar como sociedad.

Mi ilusa esperanza sería ver como, en algún momento de nuestra historia, nosotros, los ciudadanos, seamos los que lleguemos a elegir a nuestros representantes, no a los representantes de los torticeros partidos políticos actuales, y seamos capaces de exigir, entre todos, personas sin tacha para hacerlas nuestras valedoras. Como dije, es mi ilusa esperanza.  

JC

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